La detección de los factores de riesgo es una pieza clave en la prevención de los trastornos de salud mental. Como ya se conoce, la estructuración del aparato psíquico es fruto de las interacciones entre la genética y el medio ambiente; y por este motivo, las experiencias relacionales en la infancia condicionan el desarrollo neurológico y emocional del niño y de la niña. Existen eventos vitales que pueden ser considerados de riesgo para la salud mental de un niño, como por ejemplo, los problemas obstétricos, las dificultades de regulación emocional y la mal nutrición, entre otros. También hay sucesos vitales que se pueden cualificar de adversos como son las situaciones de maltrato o negligencia, que interfieren gravemente en su evolución normal.
Hay evidencia científica de que la acumulación de estas circunstancias, consideradas factores de riesgo, genera una trayectoria de vida alterada que hace a las personas mas vulnerables ante la posibilidad de sufrir un trastorno mental.
El término factor de riesgo se selecciona, entre otros, como circunstancias adversas, señales de alarma, experiencias relacionales adversas y/o victimización, ya que en la literatura científica los factores de riesgo son nombrados de este modo cuando se demuestra que su presencia aumenta el riesgo relativo a la aparición de un trastorno mental.
LISMEN es un listado de ítems de salud mental basados en la bibliografía científica nacional e internacional sobre los factores de riesgo. La información que se solicita es accesible para profesionales no especializados en salud mental. Se puede utilizar tanto en servicios de salud comunitarios, como en pediatría y medicina de familia, tanto en servicios de la comunidad como centros educativos y servicios sociales o en servicios específicos de salud mental, justicia juvenil y otros. También lo puede responder una persona que esté interesada en explorar su propia bibliografía.